Amnesia selectiva

Oigo a ese muñequito nervioso a través del que se manifiesta su bigotudo ventrílocuo y no doy crédito. Me he estado engañando todos estos años.

" A la inmensa mayoría de los españoles no les interesa nada que les hablen
de la Segunda Répública ni de la guerra ni de Franco. El PP sólo se preocupa del futuro, de los
problemas reales"

Mariano Rajoy. Clausura de la Escuela de Verano del PP en Santander. Hace
un rato.

Magnífico. Dado que, quiera o no quiera, formo parte de la "inmensa mayoría de los españoles", me encuentro en un momento bastante confuso. Esquizofrénico. Resulta que nunca me interesaron esas conversaciones con mi padre y con mi abuelo, que las lágrimas de esa viejita en la residencia, limpiando convulsamente un reloj que dejó de dar la hora hace 60 años eran una farsa, que los seis meses que estuve trasteando papeles y preguntando mucho para un precioso guión que nunca rematé fueron una pérdida de tiempo. Que me he tragado decenas de documentales en la caja tonta y unas cuantas películas de Basilio Martín Patino por no fregar los platos. Ahora me dicen que las historias de topos escondidos en campanarios de iglesias en Albacete son estupideces y que la sangre derramada de los maquis en el monte son cuentos prehistóricos del pasado. Unos cuantos de los libros que se amontonan por mi cueva son muy útiles como pisapapeles y las fotos amarillentas de la gente que me precedió y de sus amigos y de los seres a los que querían, cromos pasados de moda. Qué perdida de tiempo.

¿Y qué son tantos cadáveres anónimos que aún se retuercen en algunas cunetas, en algunas fosas comunes rociadas con olvido y cal reseca? ¿Qué pasa con esos huesos y esas calaveras? ¿Las futuras reservas de petróleo del país o la sustancia de un caldito rico en Mondo Zombie?



No me mires así, chaval, que tú ya estás muerto y no hay de qué preocuparse, porque resulta que no le interesas a nadie. Estás olvidado, dos veces muerto.