SESIÓN GOLFA Vol.01: Back to the 70´s

Ya era hora. Mondo Zombie inaugura su sección de CINE y alrededores con la penúltima muestra de miedo para adolescentes made in USA, que ni es de miedo (aquí hay que hablar de horror), ni es para adolescentes (a esos que disfrutaron con los Screams o los Últimos Veranos se les van a atragantar los nachos con guacamole) ni es del todo made in USA.

LAS COLINAS TIENEN OJOS (THE HILLS HAVE EYES)

Dirección: Alexandre Ajá

Guión: Alexandre Ajá y Gregory Lavesseus, basado en un guión original de Wes Craven.

Música: Tomandandy

Fotografía: Maxime Alexandre

Montaje: Baxter

F/X Maquillaje: KNB FX Group

Actores: Aaron Standford, Kathleen Quinlan, Ted Levine, Dan Byrd, Emilie de Ravin,

Billy Drago...

¿Quién dijo aquello de "todo vuelve"?... Inmersos en una fiebre algo patológica por rehacer mitos del terror de todos los tiempos (estén atentos, hay alguno todos los meses) los ávidos ejecutivos audiovisuales yanquis fagocitan todo aquello que, o está libre de derechos o tiene la complicidad manifiesta (léase $$$$) de sus autores originales. Han decidido ofrecernos grandes truños que en otros tiempos no servirían ni para sesiones dobles en un cochambroso autocine de Arizona. Los ejemplos más recientes: "Terror en la Niebla", grandioso zurullo modernete que intenta hacer algo con la obra maestra del maestro Carpenter, "La Casa de Cera", bodrio infumable con interpretaciones ridículas (cuando masacran a Paris Hilton la sala aplaude enajenada, claro) o "La Profecía", que se limita a copiar plano por plano el clásico satánico entre los sonoros ronquidos del respetable con la excusa de "acercar la historia original al público joven de hoy en día"... y me pregunto: ¿los niñatos yanquis (que para ellos se fabrican esta serie de bodrios) no tienen capacidad de ir al Blockbuster más cercano para alquilar la original, de 1976? ¿No saben que existe e-Mule? ¿Es que piensan que es muda y en b/n? ¿Todo lo anterior a los 80 ya es material de derribo? ¿Soy yo mismo un zombie en mi Mondo Zombie?

Después están las revisiones (lo siento, la palabra remake sólo va a aparecer una vez, ahora) que, al menos, tienen un punto de vista sobre lo que están contando. Cosas estimables como "La Matanza de Texas 2004" de Marcus Nispel, o "Amanecer de los Muert0s" de Zack Snyder ofrecen una dirección enérgica, ritmazo narrativo, alguna idea ingeniosa, actuaciones potables y, sobre todo, algo de carnaza. El dueto de Rob Zombie sobre la familia Firefly ("House of 1000 Corpses" + "The Devil´s Rejects") lo reservo para otro post. El bastardo de Mr. Zombie se lo ha ganado a pulso.

Y ahora viene la pregunta: ¿qué diablos tiene en común toda esta caterva de hororres renacidos? Tiempo...

...

Dos cosas: TODAS provienen de originales rodados en los 70 y, ¡sopresa! casi todas las han puesto en manos de directores no-yanquis. Je!. Unos ejemplillos: Marcus Nispel, alemán, Zack Snyder, australiano, Jaume Collet-Serra, catalán... Alexandre Ajá, francés.

Bienvenidos a The American Freaky Horror Show, yeah! ¿Sinopsis?: familia estándar norteamericana (amplia, cuantos más miembros, más miembros amputados) decide cruzar el desierto para llegar a California, aprovechando las bodas de plata de papá y mamá. Error. Cuando las ruedas de la caravana revientan en medio de la nada, uno por uno son masacrados por otra típica familia yanqui, algo más tarada (sólo un poco), hasta que logran secuestrar al bebé. Entonces su joven padre decide que... Como ven, nada nuevo bajo el sol... o eso parecía.

Tomando como partida el cutre-film original de Wes Craven del 77, Alexandre Ajá, francesito con cara de querubín, agarra del brazo a su gente de confianza (guionista y fotógrafo incluídos), se ponen el sombrero de cowboy y marchan a Marruecos a rodar. Contratan al mejor equipo de FX de maquillaje actual, ruedan rápido con un presupuesto ajustado y entregan al estudio la película en la fecha prevista... sin que los peces gordos hubiesen visto apenas un par de secuencias. Y se encontraron exactamente con lo que un productor que prepara un taquillazo pre-veraniego sin complicaciones más teme: una película hiperviolenta, angustiosa, seca y polvorienta como el desierto. Sin chistes fáciles. Sin secuencias de transición fabricadas para respirar. Sin concesiones.

Ajá consigue salvar la temida calificación NC-17 (el equivalente a nuestra entrañable X, o sea, el suicidio comercial de una película) cortando 2 minutos de metraje (que supongo veremos en algún momento en DVD). La película se estrena y consigue polarizar por completo las opiniones, tanto en los USA como por estos lares (lean, lean, es tronchante, quieren meter en la cárcel al bueno de Ajá).

"Las Colinas Tienen Ojos 2006" es un puñetazo en el estómago, sin más. Un retorno más que digno, por momentos virtuoso, al concepto de cine que muchos desarrollaban durante los 70, y no me refiero estrictamente al género. Un estilo narrativo seco con una fotografía árida (ese desierto es el puto infierno), una construcción basada en unas pocas y larguísimas secuencias que logran transmitir una tensión que, por momentos, llega al límite de lo soportable (el primer ataque nocturno a la caravana). Interpretaciones excepcionales porque los personajes no son muñecos (la muerte de la joven madre duele de veras), reminiscencias de los clásicos que tanto nos gustan (Peckinpah y sus "Perros de Paja", cuyo protagonista interpretado por Dustin Hoffman tiene mucho que ver con el del film de Ajá, algunos guiños a los westerns de Leone o John Boorman y su "Deliverance") y una clara tendencia al desarrollo de un subtexto, una visión sobre la propia sociedad nortemaericana como sólo puede apuntar alguien de fuera. Lo que en la versión setentera era una simple familia de asesinos (muy feos y sucios, eso sí), aquí se convierte en una panda de ¿mutantes? creados por un "efecto colateral" de las pruebas nucleares que el gobierno estadounidense realizo en su propio territorio en la década de los 40. En cuanto a la familia "buena", aterrador resulta el instante en el que el padre (ex-policía, suegro del prota) se pone a repartir pistolas entre sus seres queridos cuando aún no ha sucedido nada (un simple reventón en la rueda y ya está aquí John Wayne), burlándose de que su yerno no quiera ni tocarlas. O aterradora la mirada ilusionada del chavalillo adolescente, juguetenado con su arma con total naturalidad. Violencia latente. Violencia que, en algún momento, tiene que estallar.

Ajá lo tiene claro: ¿será la sociedad norteamericana capaz de enfrentarse a los monstruos que ellos mismos han creado? El enemigo no viene de fuera, no tiene turbante ni llega del espacio. No es al "otro" a quien debemos de temer. El enemigo somos nosotros.

Consejo de Mondo Zombie: si estás embarazada, quizás deberías retirar los ojos de la pantalla durante los títulos del comienzo, a no ser que acostumbres a aliñar la ensalada con uranio empobrecido.