Lo sabemos, en este
Mondo Zombie todo el mundo con orejas puede relacionar una canción con algún momento concreto de su vida. Pero si eres capaz de contar la historia de parte de tu existencia a través de la música de algún grupo, entonces esa banda da un paso adelante y se convierte en algo MUY GRANDE. Cada zombie tendrá la suya, y una de las mías, amigos, es
THE GATHERING, así que todo lo que viene a continuación es un viaje personal por la música de estos holandeses. Los que busquen objetividad que se lean el BOE.
The Gathering: preparando la mudanza Anneke Van Giersbergen, la mujer de las cuerdas vocales de otro planeta, la del peinado arco-iris, la del apellido de marca de cerveza, ella, LA VOZ de The Gathering, acaba de anunciar para principios de agosto su último concierto con la banda. Conmoción cerebral. ¿Por qué? Uno, en su inocencia, pensaba que era una de esas bandas cohesionadas que iban a aguantar el tirón de los años unida hasta el fin de los días. O algo así. Pero no. Anneke se larga del grupo al que ayudó ha hacer muy grande. Ella dice que ya tiene montado su proyecto personal, algo de neo-jazz soulero, y que espera que vea la luz en el 2008. Por su parte, The Gathering afirma en su web que "no han podido retenerla" (¿?), pero que el grupo sigue adelante con idea de editar nuevo disco a finales de año, con dos (¡!) nuevos vocalistas. Pase lo que pase, The Gathering nunca se durmieron en los laureles, y cierran un extraordinario ciclo musical de 12 años con 6 discos de estudio, 2 directos oficiales, 1 recopilatorio de rarezas y caras b, 11 EP´s y singles y 1 dvd (y otro en camino). Los muy perros me obligan a cerrar el mío con ellos. Ésa es la razón del aquí y el ahora...
Ciclo 1: gruñidos en el bosque (etapa pre-Anneke)
The Gathering nace como proyecto personal de los hermanos Hans y René Rutten allá por 1989, en la ciudad holandesa de Oss, justo en el momento de explosión del Doom/Death europeo, estilo que nace por esas fechas en Inglaterra con gente como Paradise Lost, Anathema, Cathedral o los excelsos My Dying Bride, que a su vez beben de las clásicas fuentes del Doom de dinosaurios vivientes del rock como Black Sabbath o Candlemass, a las que se añaden esas características voces guturales bien moduladas y, sobre todo, la inclusión de elementos melódicos impensables hasta entonces en un grupo de Death Metal, como el piano y teclados en general, violines y guitarras acústicas. El resultado: una música agresiva pero de una incontestable belleza decadente, de tempos más bien lentos y temática romántica/oscura, que sigue los pasos líricos de los románticos ingleses y franceses, desde Lord Byron hasta Rimbaud.
1992: juventud, divino tesoro
En este excitante contexto musical, defenestrado de inmediato por los integristas del metal extremo, The Gathering publica su primera maqueta, "An Imaginary Symphony", trabajo que les da a conocer en su ciudad natal y en el underground europeo. Dos años depués consiguen su primer contrato discográfico, y en 1992 publican su ópera prima, "Always", una excelente muestra de Gothic/Doom/Death melódico con los espectaculares gruñidos de Bart Smith y unas composiciones que ya dejan entrever un evidente gusto por la melodía y cierta tendencia progresiva (ya nos encontramos con flautas, percusiones, teclados y un triángulo!!), con un par de temas que, muchos años después, serían adaptados al nuevo estilo de la banda: "The Mirror Waters" y "Stonegarden". Había nacido un pequeño clásico de la nueva escena europea, y muchos oídos prestaron atención a un país tan poco dado al metal como era Holanda... oídos que repudiaron de inmediato su segundo trabajo, "Almost a Dance" de 1993, un disco fallido desde todos los puntos de vista, sin fuerza, anodino y con un nuevo vocalista que provenía de la escena punk tras la salida del estupendo Bart Smith y que no se acopla a las canciones en ningún momento. Expulsión del nuevo voceras, crisis en el seno de la banda y rumores de disolución...
Ciclo 2: Anneke, la luz en las tinieblas
La bella y las bestiasEn 1994 The Gathering deciden seguir adelante y comienzan las audiciones para encontrar nuevo vocalista. Tras meses de vagar en el desierto con todos los gruñidores de la zona, llega el milagro. Sólo son necesarios 3 minutos en el local de ensayo para que los hermanos Rutten tengan una conmoción cerebral: "estábamos buscando el mejor vocalista posible porque sabíamos que con este disco nos lo jugábamos todo, algo en la línea de Bart Smith, con fuerza y personalidad, y de improviso nos encontramos con uno que, de inmediato, hizo replantearnos TODOS nuestros conceptos preconcebidos acerca de cómo tenía que sonar la banda: además de una voz simplemente prodigiosa, tenía una intuición musical única y una pasmosa facilidad para desarrollar líneas vocales. Se acopló como un guante a los temas que ya teníamos preparados para nuestro tercer disco. Sólo hacía un problema: era una chica". Así es, Anneke van Giersbergen, una linda holandesa de 22 años con una breve expereriencia en algún grupete de jazz amateur, ya está dentro de la banda. Ellos anuncian que tienen nuevo vocalista, pero nada más. Todo el mundo está espectante: ¿podrán levantar cabeza tras el batacazo de "Almost a Dance? ¿quién será el nuevo maromo de cuerdas vocales cavernosas?... En estas, a mediados de 1995 se publica "Mandylion", sin lugar a dudas un punto de inflexión para el grupo. Y qué inflexión, válgame dios...
- "MANDYLION" (1995): debut electrizante
Días después de la publicación de "Mandylion" los metaleros mundiales se llevan las manos a la cabeza. ¿Comor? ¿Una chorba enana como frontwoman de la gran esperanza del death metal europeo?... Amigos, ahora puede parecer lo más normal del mundo, pero hace 12 años, la simple imagen de una linda muchachita rodeada de rudos cavernícolas de la guitarra fue una auténtica provocación, e hizo a más de uno entrar en un estado de shock del que todavía no se ha recuperado. Bastantes fans huyeron despavoridos, pero otros muchos se acercaron con curiosidad a la gran novedad, y escucharon el disco aún sin ser grandes seguidores de los sonidos más duros. Y alucinaron, como es lógico.
"Mandylion" fue una auténtica revolución en la escena metálica europea, por muchas razones: voz femenina limpia (angelical, dijeron algunos) al frente de esos muros de guitarra de afinación (aún) muy grave, un concepto más bien atmosférico de las composiciones, un deje progresivo más que evidente y un sonido orgánico en el que teclados e instrumentos raros (para los estándares de la época) forman parte indisoluble de una materia sónica que, como mínimo, resulta intrigante e hipnótica. Anneke se siente cómoda en medio de toda esta innovación, tanto que todas las letras (de aquí en adelante) son suyas, la lírica se hace más personal y sus melodías vocales fluyen en un magma lleno de contrastes, a veces soñador, a veces intimista, emocional, y por momentos, simplemente alucinógeno.
El tema de apertura y primer single, "Strange machines", salta a los charts holandeses en una privilegiada posición para un grupo de sus características. Su poderoso, perfecto riff de entrada a medio tiempo y su pequeña explosión posterior puede servir para ecualizar cualquier equipo de música que se precie de tal. Anneke relata una pequeña historia de paseos por el tiempo, con su épica de andar por casa, resulta cautivadora desde el comienzo, y anuncia con energía lo que va a venir. "Eléanor", tema lento de poderosos riffs, otra vez, comienza a dar una idea de lo que es capaz de hacer Anneke con su garganta. Se alternan los cambios de ritmo y la batería de Hans se acelera al ritmo de los atmosféricos teclados hasta explotar en esa cabalgada sónica rota por el piano en un pegadizo compás. "In Motion #1" tiene una delicada atmósfera soñadora con un curioso compás en 3x4, parecido a un vals, con algo que resultará constante en la carrera del grupo: una perfecta utilización de los "tiempos muertos" y del crescendo. "Leaves" es puro romanticismo eléctrico, con una muy personal letra de Anneke sobre una ruptura, un desarrollo algo más homogéneo y unas guitarras perfectamentes empastadas con el ligero delay de la voz de Anneke. Su videoclip (el 1º de la banda) fue grabado en El Vaticano y un bosque cerca de Amsterdam. Por ahí abajo lo teneis. Tras "Fear The Sea", quizás el menos potente del álbum, llega el instrumental "Mandylion", que destapa las esencias: toque levemente folk y tribal, pieza de música introspectiva, primer flirteo con la electrónica y la entrada de Anneke a los coros en una pequeña joya que, personalmente, siempre me ha recordado a Dead Can Dance, otra de sus grandes influencias. Queridos lectores de Mondo Zombie, quiero que esto suene mientras esparcen mis cenizas en ese lugar que aún no he decidido. "Sand and Mercury" es el opus magnus del disco, sin duda. Tres piezas musicales unidas en una con una estructura que de inmediato nos lleva a los grandes del progresivo de los 70, convenientemente actualizados. El juego rítmico piano-bajo-batería va expandiendo la canción lentamente hasta entrar en un grandioso acelerón eléctrico siempre contenido para ralentizarse después con la entrada de Anneke, creando una delicada y onírica atmósfera que trata de imitar el sonido del océano, de las mareas... Hans lo describe con la imagen de "perseguir ballenas en mar abierto", lo que puede parecer una estupidez sólo si no has escuchado el tema. "In Motion #2" cierra el disco como continuación de la #1, con esas cuerdas reforzando el sentimiento de vals (podría ser bailable si uno supiera bailar) y un emocional crescendo de Anneke y de toda la banda con ella. Sublime.
A partir de aquí The Gathering ya no será nunca más un grupo de Death/Doom y, aunque aún se les podía incluír en la sección "metal" de las tiendas de discos, esto iba a durar poco. Un clásico en toda regla, y el disco que abrió las puertas no sólo a la grandeza de The Gathering sino a todo un estilo de rock durillo con chica al frente con vagas influencias góticas (Lacuna Coil, Within Temptation, Theatre Of Tragedy, Epica etc etc etc...) que lamentablemente acabó degenerando en bobadas musicales mainstream al estilo de Evanescence.
-"NIGHTIME BIRDS" (1997): poderosa melancolía
A nivel de ventas, y no digamos ya de crítica, mayormente seducidas por la nueva dirección del grupo, "Mandylion" funcionó muy bien. Tras la consiguiente gira europea y la primera experiencia de Anneke liderando el cotarro encima de las tablas, no tardaron mucho en entrar de nuevo en estudio con el mismo productor, Siggi Bemm. En cierto sentido, "Nighttime Birds" es una obra continuista, aunque con mil matices. Incorporan a su denso sonido de guitarras un órgano hammond, y los ritmos se hacen algo más monolíticos, y los tempos más unidireccionales. Paralelamente, Anneke experimenta un poco más con su voz, con notable éxito.
Concebida como una obra parcialmente conceptual, "Nighttime Birds" centra todo su poder lírico en la naturaleza como metáfora de diferentes estados mentales: las estaciones y sus cambios de texturas, colores y sonidos juegan un papel fundamental. Continuas referencias visuales y sonoras al invierno, al lento fundir de la nieve o al suave titilar de las estrellas como parte integrante del espíritu humano, una especie de paganismo ecológico ("The Earth Is My Witness", ahí queda eso!) que configuran un disco con pocos altibajos estilísticos aunque con extraordinarias salidas de tono, que quizás sean lo mejor de todo. "On Most Surfaces" es un potente comienzo, perfectamente reconocible, de guitarras densas y ritmo cadencioso. "The May Song" cuenta con una de las mejores lineas vocales de Anneke, subiendo y bajando y haciendo espirales, muy juguetona. "New Moon, Different Day" contiene un suave halo de oscuridad casi épica. Y entonces llega "Third Chance", la primera sorpresa del álbum, una apisonadora sonora perfecta para enajenarse en directo, con un groove in crescendo muy rockero que mantiene la tensión hasta una explosión rítmica en la que la batería se acopla a un ritmazo casi techno, dirigido por un estribillo muy pegadizo y casi bailongo. Tras la euforia, sobredosis de melancolía con "Kevin´s Telescope", una preciosa filigrana melódica en la que Anneke hace lo que le da la gana con su voz y que cuenta los pensamientos de un niño con los pies bien plantados en la arena de la playa, pero con la mirada perdida en el cielo estrellado, al son de unos delicados teclados que imitan un cello. "Shrink", el tema que cierra el disco, es otra joya, probablemente uno de los temas más emocionales de The Gathering, y paradójicamente, uno de los más desnudos en instrumentación: un piano, una suave linea de bajo y la voz doblada de Anneke son suficientes para poner los pelos como escarpias en esta emocionante historia de pérdida y redención.
Por primera vez, The Gathering salen de gira fuera de Europa. Prueban en Sudamérica, y el éxito es sorprendente, especialmente en México, que desde entonces se va a convertir en una especie de bastión personal del grupo. Anneke ya está consolidada en el seno de la banda, nuevo éxito de ventas y... nuevo punto de inflexión. The Gathering sienten que ya lo han dado todo en el género y abandonan para siempre el sonido metálico para adentrarse en nuevas experimentaciones, para dar una nueva vuelta de tuerca a su sonido. Del Doom Metal al Trip-Rock en tres pasos.
-"HOW TO MEASURE A PLANET?" (1998): psicodelia espacial
Si con "Mandylion" el grupo ya puso a prueba al personal, repiten el desafío con "How To Measure A Planet?" (HMP a partir de ahora), y con más riesgo aún. Cambio de productor y estudios de grabación. Disco doble, cerca de 2 horas de música. La afinación de las guitarras sube, la distorsión se convierte en excepción y los largos desarrollos instrumentales en norma. A la decena de instrumentos con los que contaban añaden jugueteos con el didgeridoo y el theremin y una cada vez más abundante base de programaciones electrónicas. Y Anneke, además de escribir todas las letras, comienza a componer y tocar la guitarra acústica. El sonido general de la banda se vuelve más volátil, ligero, cadencioso, experimental. Clavan sus ojos y orejas en el cosmos con ritmos suaves y melodías soñadoras, con puntuales ataques guitarreros, siempre comandados por la voz de Anneke. Las referencias ya no están en la Tierra, sino en el espacio, en las ansias de libertad y de conocimiento. Pura psicodelia en el fondo y en la forma ("Red Is A Slow Colour", ¿qué clase de título es ese?).
"Frail", el primer tema, es una declaración de principios sobre el nuevo sonido de la banda.
"Great Ocean Road" retoma algo la distorsión, mientras que
"Rescue Me" es una suave maravilla intimista con un crescendo marca de la casa y una parte central absolutamente lisérgica, en el que esa cosa rara electrónica, el
theremin (o eterófono...) toma protagonismo en las manos de René. Todo un espectáculo verle tocarlo en directo, doy fe.
"My Electricity" es la primera canción compuesta íntegramente por Anneke, en la que también toca la acústica, otra joyita calmada con un leve toque onírico, y 2º videoclip del grupo. Con
"Liberty Bell" regresa la caña, despegamos de la Tierra en un reactor y miramos atrás con una sonrisa. Vuelta a la distorsión (incluso en la voz de Anneke!) y a la energía rítmica, ese tema para desfasar en directo que ya se ha convertido en marca de la casa en cada disco de la banda.
"The Big Sleep" hace honor a su nombre, en el buen sentido;
"Marooned" tiene un entrecortado ritmo percusivo, ensoñador estribillo y espectacular in-crescendo. "Travel" comienza como un delirio de serie B y va dando altibajos de intensidad en su extenso minutaje. Ya en el disco 2,
"South American Ghost Ride", instrumental, va dedicada a esa gira por las américas que comentaba antes, con algunos samplers de voz, un curioso regustillo étnico y el
didgeridoo metiendo caña.
"Illuminating" podría ser un delicioso tema de neo-jazz sin mucho problema,
"Locked Away" tiene un esqueleto acústico bajo una dominante linea vocal de Anneke y distorsiones varias y
"Probably Built In The Fifties" ya juega abiertamente con la electrónica sucia y el
vocoder para Anneke, tema que va consiguiendo una intensidad de cojones. El largo viaje acaba con el tema título, un delirio instrumental de muchos minutos psicodélicos, con sueves coros de Anneke y sonidos sampleados de discursos
"vintage" de la Era Espacial, transmisiones espaciales en ruso y voces que se dedica a recitar algunas fórmulas matemáticas relacionadas con la rotación y la medición de la masa y longitud de la Tierra. Todo ello embutido en un simpático desarrollo instrumental con cierta tendencia ruidista, que lo mismo podría recordarte a los momentos más delirantes de
Los Planetas como a los
King Crimson más perjudicados.
Cristina (Lacuna Coil) y Anneke: girando juntasComo habréis podido suponer, "HMP" es todo un universo por descubrir. Inabarcable en una sola escucha, requiere tiempo y paciencia (y otras sustancias adicionales) para ir desgranando toda su belleza. Sin duda el disco más difícil (y extenso!) de The Gathering, pero el que les asentó como auténticas estrellas en México (allí son dioses, llenan estadios) y los colocó como punto de referencia del rock de vanguardia en Europa, compartiendo espacio en las revistas especializadas con gente como Radiohead o Slowdive. Cosas de la vida.
Próximamente, más de los mismos...
4 comentarios:
Te dejé una queja y no aperece!!
O_O
I can´t believe it!!
Pues na! buena voz la de la piba esta! a ver que hay por el emule y escuchamos algo... :)
Agur!!
a por ellos sr. Vader... y todavía me quedan otros 3 disquitos por comentar!!!...
;)
Buenas tardes señores,
Parece ser que llegue tarde a este post, pero quiero felicitarte por el.
Si señor que currada!!
Que vamos a hacer sin The gathering ahora? Agua de Annique?
Un saludete.
Gracie portrait :)
y me queda pendiente otro post para completar discografía, arghs!
Ague de Annique... eso parece una colonia barata :(
saludos!
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