Saco un rato de la nada para comentaros este disco, si es que no estais ya hartitos de leer otros blogs con la misma cantinela. Confio en los astros y que no se produzca el
"efecto Ulrich", porque, como ya sabemos, las zarpas y el poder del sr. Rose son, como las del danés, inconmensurables.
Tras la moderada alegría para mis oídos que fue el DEATH MAGNETIC, cae físicamente y moralmente en mis manos la tan-esperada nueva obra de los GUNS N´ROSES. Repito para el marciano que acabe de aterrizar en el planeta: 14 años sin nuevo disco de estudio (desde el muy potable SPAGHETTI INCIDENT) y 17 sin canciones nuevas (desde esa obra maestra total del rock que fueron los dos volúmenes del USE YOUR ILLUSION). Vamos a obviar los pormenores y los muchos absurdos de la gestación de esta obra durante tres lustros y responder ya a la pregunta fatal: ¿ha merecido la pena la espera? Evidentemente, la única respuesta posible es NO, pero hay que matizar muy mucho tan tajante opinión.
Primero: esto sólo es GUNS N´ROSES porque el omnipotente dictadorzuelo Axl Rose compró el nombre, ya que de la fabulosa banda original no queda en pie más que él y el bueno de Dizzy Reed a las teclas, siempre y cuando al sr. Rose no le da por ponerse tierno a lo Elton John. Por lo tanto, más le vale a uno considerar esto el primer trabajo en solitario de AXL ROSE, o como mucho, AXL N´ROSES, si no quiere acabar estampando su cabeza contra la pared.
Segundo: CHINESE DEMOCRACY es una superproducción (dicen que costó unos 12 millones de $), y como tal, el capricho de un millonario con talento. Sólo en esos términos uno puede entender que los créditos del libreto ocupen dos páginas completas con una letra diminuta, y que la media de músicos involucrados por canción sea de 12 personas. Contar, por ejemplo, con 5 guitarristas, 3 baterías, 2 preproductores (¿?), además de un sinfín de equipo técnico en un disco de rock sería poco más que un chiste si no conciésemos los antecedentes.
Tercero: no he querido escuchar nada de las filtraciones, maquetas, ensayos y tomas en directo que llevan años circulando por la red, a excepción del horrendo tema
Oh My God que colaron en la banda sonora de la también horrenda EL FIN DE LOS DÍAS hace años, así que este comentario versa sólo sobre el disco definitivo y ya en las tiendas.
El disco se abre con unos segundos de ambient en chino (¿?) para pasar a un riff entrecortado que automáticamente nos retrotrae en intenciones de hit al glorioso WELCOME TO TE JUNGLE, pero es sólo un espejismo. En
Chinese Democracy (el tema y el disco) la afinación de las guitarras debe estar como cuatro tonos por debajo de sus obras anteriores, con lo que la sonoridad se hace mucho más grave, moderna, en ocasiones queriendo jugar con el nu-metal, en otras con el grunge, siempre con la distorsión... Hay que decir ya que éste es el tema más cañero del disco, un buen comienzo con discretos sampleados y un Axl soberbio que sabe sacar oro de un estribillo un tanto extraño, pero efectivo. Un acierto, buen tema rockero, buen solo de guitarra y el placer de reencontrarse con ESA voz.
Seguimos con
Shackler´s Revenge, y al asunto se tuerce. Ritmos industriales (¿estoy escuchando a WHITE ZOMBIE?), medio tiempo con bases programadas chunda-chunda, pero de nuevo las líneas vocales salvan el tema de la mediocridad. El resultado es una canción potente un tanto amorfa, pero adictiva.
Better me produce el primer arqueo de cejas grave. Bases programadas otra vez y Axl tratando su voz con un marciano falsete que está a un paso de Cher (¿?). Afortunadamente el tema se reconduce rápido hasta asentar otro medio tiempo bastante resultón y, otra vez, un estribillo de oro. Axl sigue en plena forma amigos, lástima que el tema no esté a la altura. Y esos coros tan... melosos...
La cosa sigue con
Street of Dreams, y por fin reconozco de pleno la sonoridad GUNS que ya daba por perdida. Esta sí, esta podría haber encajado perfectamente en los USE YOUR ILLUSION. Inicio de piano clásico para una semibalada rockera in-crescendo muy hermosa con un solo 100% Slash, en la que se anuncia tímidamente otro de los elementos que van a comerse el disco un poco más adelante: las orquestaciones.
If The World me deja a cuadros. ¿Qué coño es esto? Samplers por doquier, bases casi trip-hop, unas guitarras latinas y una orquestación sampleada con una cadencia casi funky y un ambiente general puro Jame Bond. Rollo como setentero, con efectos de wah-wah y Axl lanzando sus agudos perfectamente articulados. ¿Y lo mejor?: el tema es jodidamente adictivo, se queda a la primera. La gran sorpresa del disco, que seguro será odiada por los más integristas.
Unos coros como de gospel abren
There Was A Time con otra base electrónica y seguimos con el ambiente cinematográfico hasta que la canción se convierte en lo que quiere ser: una gran balada épica, una pieza grandilocuente en la que la orquesta va cogiendo protagonismo hasta casi asfixiar al pobre oyente rockero entre violines, coros y solos de guitarra. No está mal, pero resulta demasiado larga y excesiva.
Cuando uno ya está esperando un poco de rock para levantar el vuelo, llega el mazazo:
Catcher In The Rye. No por dios, otra baladita no. No es que sea un mal tema, es bonito e incluso es más clásico en sonido que el anterior, pero es que a estas alturas del disco algo así te hunde. Esos coros la-la-la... Sobra por completo.
Anudándome la soga alrededor del cuello comienza
Scraped. Guitarras, distorsión y algo de macarrismo otra vez, menos mal. Un tema sin ningún brillo especial pero que al menos consigue recuperar el interés.
Después
Riad N´The Bedouins, con ese comienzo tan siniestro y el grito de Axl al más puro Robert Plant. Un buen riff. Vale, esto es buen rock otra vez, algo de caña, de sentimiento Zeppeliniano, con un rollo Inmigrant Song que me hace sacar la cabeza del horno. Buen tema.
De
Sorry no sé que pensar. Comienza casi como unos Pink Floyd macarrillas hasta degenerar en un medio tiempo con riffs muy graves y un estribillo muy simple y repetitivo, pero que funciona bien. Bastante calmado, bastante gris, bastante mediocre en el fondo.
Guitarras muy limpias y otra vez el falsete desbocado de Axl para
I.R.S., que tiene un tempo y un sabor bastante añejo que nos lleva a principios de los noventa. Aquí no hay experimentos ni sobreproducción, lo que deja un agradable sabor de boca, pero nada más. De velocidad o intensidad mejor olvidarse.
La otra gran marcianada llega con
Madagascar. Axl se lo pasa pirata jugando con los samplers en plan suavecito y emulando a su querido Trent Reznor, o algo así. Otra vez ese
"sentimiento wagneriano", como diría Pablo Carbonell, pero aplicado al rock, o algo así. Medio tiempo calmadito y orquesta de fondo con un collage de samplers como parte central, con extractos de discursos de Martin Luther King y, atención, el mismo fragmento de PAT GARRET Y BILLY THE KID que ya usaron en su célebre Civil War del USE YOUR ILLUSION II. ¡El mismo! No está mal como curiosidad, pero tampoco me dice gran cosa.
Si te pilla en un día tonto,
This I Love puede desarmarte, aviso. Axl ataca a su piano de cola disfrazado de Elton John y nos regala una balada bellísima, vale, bastante azucarada, pero también muy sentida y emocionante. Sencilla y efectiva, por momentos desgarradora, preciosa.
El maratón axliano termina con
Prostitute, un tema poco destacable para rubricar un disco. Un in-crescendo moderado y capas y capas de sonido para ocultar un tema sin nada especial y que deja un sabor bastante amargo al terminar el disco, con esa orquesta que languidece poco a poco como los oídos de un servidor.
Y esto es lo que hay, 17 años después. Un disco desigual y grandilocuente con buenas canciones y auténticas castañas que rellenan el tiempo hasta llegar a unos excesivos 70 minutos. Está claro que
Chinese Democracy es lo que Axl ha querido que sea, y eso le convierte en un brillante músico y mejor vocalista que no ha sabido controlar sus ansias de parir una obra maestra, algo perdido en la abundancia exagerada de medios que ha tenido a su alcance y en su propio egocentrismo, que ha desembocado en una obra excesiva, monumental, gigantesca y, quizás por ello, petrificada y falta de vida. No pongo en duda que Axl continuará con su carrera y desde
Mondo Zombie la seguiremos con interés, pero lo más honesto sería que firmara con su nombre y dejase descansar en paz a esa banda de rock que fue la más grande del planeta y que, evidentemente, ya no existe.