BLACK MOUNTAIN - In The Future

Stormy High - 4:32
Angels - 3:07
Tyrants - 8:00
Wucan - 6:01
Stay Free - 4:29
Queens Will Play - 5:15
Evil Ways - 3:25
Wild Wind - 1:42
Bright Lights - 16:37
Night Walks - 3:55

IN THE FUTURE - AQUÍ

Canadá por fin se pone seria. Indie-rock leo por ahí. Los cojones. Retro-rock oigo en todas partes. Nos vamos acercando. In The Future, segundo disco de los BLACK MOUNTAIN, ya es el descubrimiento rockero del año para Mondo Zombie. Los de Vancouver, comandados por Stephen McBean, han parido un monstruo que bebe de las mejores influencias setenteras (y más atrás) para dar forma a algo bastante indefinible pero coherente, compacto y, joder, tremendamente adictivo, como las letras y el concepto general al que hace referencia el disco. Efectivamente, las experiencias lisérgicas de sus componentes forman el nucleo duro de esta pasmosa sinfonía de contrastes: desde los guitarrazos densos y crujientes, hijos bastardos de Tommi Iommi de los BLACK SABBATH hasta el ambient más psicodélico, todo cabe en el universo post-hippie de estos tarados que, además, agitan la bandera de la belleza universal y del autoconocimiento con una energía y un convencimiento que ya quisieran para sí muchos de los hypes última-moda que nos llevan vendiendo meses.

A la primera escucha sorprenden, el interés no decae ni un minuto. A la segunda las influencias y guiños empiezan a aparecer, y la sonrisa se hace más grande. A la tercera ya estás vencido: In The Future es un disco de los grandes de un grupo que debería estar aquí para quedarse por muchos años. Sólo hay que nombrar los aromas que fluyen sin altibajos en esta maravilla: además de los SABBATH y otras formaciones cumbres del proto-metal o el hard rock setentero o como demonios quieras llamarlo (algunas muy escondidas como los sensacionales y esotéricos BLACK WIDOW) hay que sumarle la delicadeza pop evanescente de Angels, el extraño caso de posesión a lo BEACH BOYS en la baladesca y acústica Stay Free (que consiguieron colar en la banda sonora de SPIDERMAN 3), el apocalipsis sónico de Tyrants en los que estos cabrones basculan sin problemas entre las envolventes ecuaciones sónicas de los mejores PINK FLOYD (los de antes del Dark Side Of The Moon, of course), la distorsión a machete con un groovie que tira de espaldas y un tramo final eddievedderesco que termina la jugada con una lágrima en los oídos. Y también abrazos al BOWIE del Ziggy Stardust en el microtema Wild Wind, y una auténtica joya pop-apocalíptica como es Bright Light, que en sus 16 minutos nos lleva de la mano con una especie de mantra obsesivo hasta una explosión de electricidad para terminar de derrotarnos con un delirio psico-ambient ideal para la introspección cannabica. Al final, con Night Walks nos regalan una delicada nana, el sopor nos inunda y nuestra mente, simplemente, desaparece. Y todo ello envuelto con constantes teclados muy muy vintage que no agobian en ningún momento, una producción plenamente actual (aunque no sé bien qué significa esto), destellos generacionales propios de sus contemporáneos (fueron teloneros de COLDPLAY, por ejemplo, aunque se parecen como un huevo a una castaña, y ya sabeis quiénes son la castaña), una maestría compositiva de quitarse el sombrero, una ejecución perfecta y un par de vocalistas en estado de gracia, en especial ella, Amber Webber, que por momentos puede recordar a una BJÖRK pasada de ácido haciendo los coros en los LED ZEPPELIN... ¿demasiados ingredientes para una macedonia? No se engañen amigos, si el rock, a secas, puede llegar a ser algo grande, apasionante, lo es por discos como este. Vendí hace tiempo mi bola de cristal para comprarme unos auriculares, pero In The Future huele a clásico por los cuatro costados.