LA VIDA ETERNA, amigos. Mondo Zombie ya estaba frotándose las falanges de las manos con su predicción: un futuro cercano en el que las cenizas de los muertos se habían convertido en la nueva droga ilegal. Cara. Carísima. Camellos post-mortem vagando por los suburbios, ofreciendo en cada esquina al hambriento adicto.
"Eh tío, ceniza de la buena, ¿quieres ceniza?...
material del mejor... alarga la vida, colega"
¿Cual colocaría más, la ceniza de muerto reciente o la de cadáver de panteón centenario? ¿Se crearían redes de distribución clandestinas? ¿Y cómo se abastecerían del material? ¿Tendrían todos los enterradores un sobresueldo? ¿O sólo los operarios de las salas de incineración? ¿Les darían el cambiazo a las familias vaciando un cenicero de Ducados de la sala de espera de una martenidad? ¿La Seguridad Social les admistraría cenizas de zarigüeya a los enfermos en tratamiento?...
Ambulatorio de Getafe, 2016...
Pues no amigos, este sueño digno de Philip K. Dick se desvanece. Keith Richards ha confesado poco despues que (textual):
"Utilicé las cenizas de mi padre para plantar con mis manos
un roble con ellas"
¿Keith Richards plantando un roble? Plantando un pino, todavía, pero un roble...
Keith, aclárate o pásame el porro
Deep, Richards y el enano de P. Tinto
Estais a salvo, nenas
1 comentario:
Éste no ha plantao un arbol en su vida! si acaso algun tirito encima de alguno... ya ves!
Le habrán echao la bronca y se habrá retractao... que pringao! No tiene principios.. :)
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