5 años sin JOSE COUSO

Ayer se cumplían 5 años del asesinato de Jose Couso en el hotel Palestina, en Bagdad, bajo fuego de un blindado estadounidense. En el hotel Palestina sólo se alojaban periodistas de los cinco continentes tratando de cubrir la invasión "aliada" de Irak. Todo el mundo conocía este hecho: durante las semanas previas a la operación militar los corresponsales enviaron desde allí sus crónicas, y desde allí las firmaban para sus medios respectivos. Autoridades iraquíes y norteamericanas estaban perfectamente informadas de este hecho. Los culpables, desde el mando que dio la orden hasta los soldados que la ejecutaron, a sabiendas de contra quienes estaban disparando su tanque, están perfectamente identificados desde hace tiempo. Tras un tímido intento de la Audiencia Nacional por esclarecer los hechos, el gobierno de Aznar, partícipe en la invasión y abrigado por el silencio cobarde de la ONU, paralizó de raíz una posible investigación y proceso judicial contra los culpables. El gobierno socialista, contrario a la invasión, ha seguido la misma estrategia sin dudar un momento: el silencio. La última Convención de Ginebra explicita el asesinato de periodistas durante un conflicto armado como crimen de guerra. Un crimen de guerra es un delito supranacional, por lo que todo hipotético crimen de guerra identificado ha de ser investigado por encima de legislaciones nacionales. El caso de José Couso es sólo uno de tantos crímenes de guerra que quedan y quedarán sin juicio en Irak, y cuyos responsables nunca serán juzgados. Saddam Hussein murió en la horca hace tiempo...